Sobrevivir
a la cruenta descalificación por el hecho de ser Mujer, data de años. Hablar de
Patriarcado, de abandonos, de malos ejemplos, seguir escudando a los hombres
que elegimos para caminar en esta vida gritos, haciéndolos ver los machos que
son de esa forma. Sentirnos solas constantemente, buscar siempre una excusa al
atropello falaz en que nosotras mismas nos creamos para seguir en el círculo
“algún día todo cambiará “, la frase de creer que el futuro será mejor y así …
el futuro es hoy. Por qué esperar tanto y no saber vivir en armonía con una misma,
si el entorno no acompaña una debe seguir el camino. Esperar siempre la
aceptación por cada acto de bien es ilusorio sin embargo existen hombres que
tienen la capacidad de obsequiar con halagos a una Mujer.
El
corazón siente dolor cuando una mujer es asesinada, golpeada, abusada,
maltratada psicológicamente.
Que
sucede hombres que por cada enojo se creen con derecho a matar, prender fuego,
así callan ya que no pueden doblegar la fragilidad femenina, que pasa hombres
que si les fueron infieles es causa para seguir matando. Cada accionar debe ser
anulado de forma inmediata con cuchilladas, encarnizarse sobre una espalda de
quien fuera alguna vez la que amaste, la que te dio esos hijos de los cuales te
sientes orgulloso, que pasa hombres con ustedes ¡
Donde
quedo el amor, porque ventana escapo, partió sin decir adiós, solo el silencio
voraz queda instalado en huesos fríos de cientos de Mujeres.
He aquí
miles de Mujeres que caminamos con nuestras fuerzas pese a todo lo aberrante.
Soy
Mujer que no calla ni las penas del viento, sigo de pie más sin con muletas
tuviera que seguir no adormecería mi derecho a ser Mujer.
Elena Demitrópulos.
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